Silencio eterno abrid tus alas
y obedeced mis ordenes
como lo hiciste con el cielo
pues ya llega la noche
y el sol se esconde
pudiendo perder
tu camino de regreso.
¡Volad, volad!
Y dile a los cielos
que quiero amar
que todavía no he muerto
que mis sentimientos
están despiertos
porque el amor llegó
dándome un nuevo aliento
y la marea grande
que me quitó los sueños
bajó su ímpetu, soy absuelto.
Ahora, abrazadme amor
que eres mi consuelo
ante el olvido del inmenso cielo.
Extended tus alas, que el amor ganó
un espacio grande
entre la soledad y el silencio
Y ya podéis consolarme y abrigarme
en lo profundo de tu seno.
Yamila.