Se hizo la noche,
un punto de luz,
la lucerna ya salió;
y, como cada noche, luce.
Sigue su lento camino
de solitaria lucerna;
tan solo me tiene a mi,
es mi bella linterna.
Al abrigo del tamarindo
observa la media luna
y, en esta noche bruna;
ella, toda sola, sonriendo.
Sigue su torpe camino,
riego el jardín con cuidado;
la lucerna enciende el cirio
y hace un guiño a la luna.
No se hará de noche
este martes de verano;
brilla la luz del gusano
y a mi espíritu, da goce.
21 de julio 2010
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