emiliodom

Lágrimas

    Apuñalar la vida, con lágrimas de la desesperación,llevar la librea llamativa de este siglo mezquino, y dejar, que las manos más viles, nos roben nuestro tesoro, aprisionando nuestra alma, en las redes de una cabellera de mujer, y no ser más que un mercenario de la fortuna, no es una  situación de gusto. Todo ello, significa menos que la ligera espuma que juguetea en el mar, menos que la cresta del cardo desprendida de su tallo. Más vale, mantenerse apartado de esos deseos necios, que intentan burlarse de nuestra vida sin conocernos. Es preferible un techo humilde, levantado con la finalidad de cobijar un alma buena, que otro construido para soportar el mal proceder, y la maldad infinita...