A veces quisiera volver atrás
el tiempo para volver a
recordar el día en
que te conocí.
A veces quisiera vivir en el
pasado con los recuerdos
en los que estuve a
tu lado.
A veces quisiera pensar que
la vida es un sueño,
que la vida no tiene sentido.
Mi vida no tiene sentido
al no estar contigo y
al no soñarte.
El tiempo pasa, pero este inmenso
sentimiento de amarte y de
soñarte y de pensarte, no pasan.
No sé por qué mi corazón no
te puede olvidar, cada día
te ama más y más.
Pero me siento solo, solo, solo...
en esta angustia necesidad de
pensarte y de tenerte entre
mis brazos sabiendo que tienes
a alguien más que te ame.
Para mí corazón no existen
barreras para amarte,
para tenerte y besarte.
Mi corazón se agita en
esta gran ola de sufrimiento
y de dolor.
Tengo dolor de ti,
me muero doliente de ti,
me voy sin ti,
vivo por ti,
espero por ti.
Tengo impaciencia al verte,
dolor de verte,
necesidad de verte,
desesperación de verte.
Mi corazón no contiene
las ganas de querer amarte
y a cada rato piensa en ti
porque muere por ti.
Tus bellos ojos como el agua,
tu voz melodiosa como
el canto lluvial cuando
aparece.
En ti viven mis esperanzas de
amarte, las ganas de quererte,
las ganas de buscarte y
las ganas de ansiarte.
Voz de la lúgubre noche,
angustiosa del abismo tardío,
voz del ocaso de la
muerte vespertina.
Sal de mar,
agua viva
del deseo.
A veces quisiera volver atrás
y pensar más en ti y a
amarte más de las
horas pasadas.
A veces quisiera volver,
volver a estar contigo,
de amarte más
y soñar contigo.
Déjame vivir en ti,
déjame pensar en ti,
déjame morir en ti,
déjame suspirar en ti.
Vivir sin ti tengo miedo,
tengo miedo vivir sin ti,
no apartes de mí el
brillo esplendoroso
de tu cuerpo.