Ben-.

Vuelo nocturno-.

Pero cuidado, cuidado:

volad, hijos míos, alto, cuando

se produzca el asesinato de los caballos,

y las lunas emitan su resplandor casi místico.

En las fuentes siempre habrá reposo

como en los estanques de flores marchitas,

siempre que, entre los leones metálicos de las fábricas,

y entre las sagradas

esquelas, repletas de voltios, el volumen de las aguas

crezca, y haga desaparecer las nubes de insectos

apáticos.

Yo he procurado ofrecer el sonido de las campanas,

abrazar a un moribundo, cuando el sol porfía por

las extensas amenazas de un niño secuestrado.

Y en esas lágrimas me he visto reflejado.

 

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