AMOR QUE VIVE Y CAUTIVA
El viento cruza la sombra,
sorteando su negrura.
El lobo canta a la Luna,
atravesando la tundra.
Trina el mirlo entre la bruma,
horadando la espesura.
Así, la vida se cruza,
con la sombra de otras vidas.
Amores que recorrer,
cruzando la fantasía.
Henchidas velas al viento,
para andar la travesía
y un experto timonel,
para llegar a buen puerto.
Caminos sin recorrer,
que cruzan la misma vida.
Al traspasar el zaguán,
donde esperaba sin pena,
más liviana la condena,
al pasar al interior.
A quien alcanza el umbral,
más ligera llevará,
la carga de su dolor
si dentro el amor encuentra.
Más sabia la inteligencia,
que al odio deja pasar,
soslayando su existencia.
El miedo quiere medrar,
pero el saber se lo niega.
Rencor que cubre la senda,
por la que ha de transitar,
el amor y la belleza.
Lejos quedaron las prendas,
que vistieron los recuerdos.
Pero su impronta se queda,
marcada en la mente a fuego.
Lejos las penas sufridas,
más plateadas cicatrices,
en el recuerdo prendidas,
en el pensamiento anidan,
como un avispado halcón.
Una añorada canción,
que se desliza atrevida,
entre el sueño y el sopor.
Amor que libre deambula,
buscando otra dimensión,
donde aplacar su agonía.
Libre y ardiente respira,
jadeando de pasión.
A.L.
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30/01/2020