Poema al noble Príncipe Suprimido – Parte II
Y qué hablar de su retoño
principito del cual mal no puedo hablar
no por razón de su virtud o bondad
sino porque la cárcel quiero evitar.
Sin duda el principito
cuyo nombre no he de pronunciar
no me vayan a multar
es generoso con el pueblo llano
del útero de mujer de segunda mano
dos soles ha engendrado.
Y el pueblo maravillado
por pagar el doble
por la misma niña
y por desgracia repetida
en apariencia que no inteligencia.
Pero en asunto de dinero
nunca riñan
pues sean lerdas o atletas
siempre chupan de la teta.
Es buen sabido
que un buen bobón
siempre de dinastías
es buen chupón.
Yo por mi parte no me quejo
siendo mozas quizás
ligeras de cascos como sus tías
pueda yo un miserable sangre sucia
no del tesoro del reino mamar
más que me la mamen a mí
¡Mas alabaría a la monarquía!
con amor y delicadeza serviría.
Que el útero de esta nobleza
miseria engendra
acoge en demasía
mujeres de mala vida
y hombres de dudosa hombría.
Ego autem dico vobis: diligite inimicos vestros — Mateo 5;44
Celebre fragmento versado dedicado al Rey de Traspisonda que el pasado 30 de enero se conmemora el 52º centenario de su nacimiento, escrito por el célebre novelista español Alonso Fernández de Avellaneda vecino de Tordesillas en 1614, que de sus cientos de obras jamás nadie se acuerda, esta estrofa en especial fue traducida del latín al árabe por el historiador arábigo Cide Hamete Benengeli durante la Reconquista. Reciban, pues, vuestras mercedes estos versos pues lo merece por el peligro a que su autor se ha puesto para saciar vuestro deleite.