Santiago Esquivel

Nacimiento de un poema.

Nacimiento de un poema.

 

Estoy acorralado, he sido fusilado por continuas madrugadas deshabitadas, por los minúsculos espacios entre decibeles que anhelan volver a escuchar tu risa. He entrado en un túnel perpetuo del que ya no puedo salir, la oscuridad de la noche vuelve mi presencia difusa, camino solitario por madrugadas frías que amamantan versos recién nacidos. Otra vez he vuelto a ser picoteado por cóndores pensando que había muerto sobre el asfalto. Han reaparecido los cuervos sobre mi cabeza, ansiosos de saborear la pestilente carne de un cadáver que aún no ha muerto.

 

Carroñeros sentimientos me devoran por dentro. Comen asquerosos pedazos de tristeza, para vomitar del asco, vomitar un millar de suspiros y palabras grises sobre la fragilidad de un papel que absorbe e inhala diariamente un feroz rugido de angustia. Como un cazador nocturno, cargo mi escopeta con lágrimas y versos contristados. Apunto a mi cabeza, tomo aire, y disparo. Mis sesos vuelan por mi habitación, la sangre sale a chorros, partes de mi cerebro quedan desperdigados por el piso y las paredes…, y ahí, cuando mi corazón deja de latir, cuando las lágrimas me vencen, aparece un pequeño poema que me llama: “papá”.