A. Martinez

Sin ti, sin mi.

 

En algún lugar
sin ti
sin mi
se le enfrían los pies
a la noche
ella
nada adicta a los colores
deja tras su frio
un rastro de ángulos obtusos

 

Por encima del silencio
se levanta un cúmulo nimbo
de voces salvadas
irradiando su temperatura
pura y simple
realidad ganada
desde el bienestar
de dos espaldas abrazadas
fuego de tierna corteza
atrapado en dos miradas

 

Eduardo A. Bello Martínez
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