En recóndito lugar,
Muy lejano y escondido,
Me encontré sólo y herido,
Sin poderme refugiar;
Era absurdo batallar
Pues todo estaba perdido,
Al quedarme sin sentido,
Nada podía esperar;
Sin embargo, se abrió el cielo,
Y cual rayo, apareciste,
Y al cumplir todo mi anhelo
Vanas sombras, tú venciste:
Mi deleznable desvelo
En gran dicha, convertiste…