Cuarenta estudios del amor y una canción desesperada
Como en un libro abierto
veo tu boca asomando
su ternura y su delicado
acento.
Como el auge del tiempo
distraído por el apogeo de la
luz de la belleza de tu
semblanza y de tu sonrisa.
El otoño hiriente de un racimo
de hojas caídas de los árboles,
tristes, rencorosos, insípidos,
insípidos días otoñales que
le quitan la vida a los árboles.