si fuese dueño del mundo,
el mundo entero lo pondría a tus pies;
o si pudiera bajar una estrella
y entregártela en la mano, te la daría;
o si pudiera escribir el poema mas lindo
y recitartelo al oído, sin dudar lo haría.
pero no soy el dueño del mundo,
ni puedo bajar una estrella del cielo,
a penas soy un poeta
que solo sueña en su verso
que algún día puedas ser tu, su alegría.
yo no voy por la vida exigiendo nada
ni presumiendo lo que no tengo;
solo me conformo con el destello de tu mirada
que me de ánimos para seguir viviendo.
soy dueño y mendigo de tu ternura,
esa que me estremece por dentro;
vivo preso en tu libertad
de amar a quien tu quieras,
mientras que yo, ruego al Cielo
te acuerdes de mi un día, y me des amor,
aunque solo sea por piedad.
no..., no merezco tan alto privilegio
porque eres mucho premio para mi;
pero si en tu corazon hay un poquito de bondad,
se que algun dia tu..., tu te acordaras de mi.