REFLEJO QUE ME REFLEJA
Espejo que me replicas,
reflejo que me sorprendes.
Espejo que me comprende,
enseñando mis heridas.
Dolor que refleja el miedo,
amor de sentido espejo.
Temor que se lleva el eco,
entre cumbres de respeto.
Se marchan las energías
y la voluntad se queda,
para que viva lo viejo.
Sabores se desvanecen,
como los humos del fuego.
Entre las hebras de plata,
va viajando el pensamiento.
Como rendijas los ojos,
muestran lo que vive dentro.
Espejo que me devuelves,
la experiencia de lo cierto.
En tus plateados ojos,
miras de frente mis restos.
No disimulas mi piel,
ni en una brizna de polvo.
Abofeteas mis gestos,
para mostrar mis enojos.
Un impertérrito juez.
En la mirada la paz,
o la ira en el destello.
En la transparente piel,
la delgadez del asombro.
En las manos la ternura,
cuando la vida es retoño.
En los huesos la razón,
de los escabrosos hechos,
en rimeros de emoción.
Espejo de mis nostalgias,
con sabor a fantasía.
En las penas y alegrías,
me cuentas vidas y citas.
Espejo de mis amores,
que en mis afectos titilan.
Como góndolas perdidas,
en el río de los dolores.
Espejo como un vigía.
Viaja la sombra conmigo,
achicando su estructura.
En cada paso se acuna,
en los pies que se deslizan.
En los hombros la experiencia,
que en la mente se amplifica,
esperando que la sombra,
quede en el saber perdida.
Amor que vive en la sangre,
en las células se aviva.
Sobre el alma se adormece,
para salvar su energía.
A.L.
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01/02/2020