Te buscaría,
por campos y praderas,
hasta encontrarte.
Te miraría,
parando los relojes,
hasta dormirnos.
Te besaría,
sin prisas y sin pausas,
eternamente.
Pero los sueños
producen pesadillas
y bien lo sabes.
Quiero soñar,
fundirme con tus sueños
y hasta volar.
Las pesadillas
serán el justiprecio
que pagaré.
Ten una rosa,
en prueba de mi afecto
y mi cariño.
Aunque si quieres,
la rosa serán versos
en un poema.
Versos y besos,
susurros para el alma
que está sedienta.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/01/20