Cuarenta estudios del amor y una canción desesperada
Toco tu boca
y el tiempo se detiene con
la sola claridad de tu
sonrisa.
Mis dedos tocan los surcos
rojizos de tu boca, boca en
la claridad del amanecer
se asoma la sonrisa.
Tus labios me llaman
y me dicen
que los siga tocando
aunque la noche y el día
muertos estén.
Tu bella sonrisa sale al querubín
del día moribundo en el
oasis de la flor vencida.
Toco tu cara
mientras que mis labios
rozan tus labios arduos
y apasionados.
Mi boca le dice a tu boca
que no aparten su
dulzuras rica y novedosa
y primorosa,
sabor a agua dulce del mar.
Toco tu boca y tus ojos
anuncian la venida del amor
ferviente y duradero,
amor incontable.
Beso tu boca; y tu aliento
se impregna apasionadamente
dentro de mi mir y mi existir.
Tu boca,
boca linda,
beso tu boca,
sabor a fresa.
Tu boca anuncia
la muerte de la
primavera: y
la hendidura de los campos.
Tu boca, boca mía,
boca de noche,
quiero que sea
mi boca.
Tu boca, sólo tu boca
y tu presencia
alegran
mi día y mi vida.
Tu boca,
mi boca,
dicen juntos:
Te amo.