He visto abrirse los cielos
y escuché que me llamaban
eran voces celestiales
cantos que me reclamaban.
No quería abandonar
este lugar donde vivo
pero al ver su procedencia
supe que era el destino.
Yo me aferraba a la vida
pues quería seguir vivo
rogàndole a nuestro Señor
que alargara mi camino.
Todo se estaba acabando
sin que pudiera olvidarlo
el final estaba cerca
y no podía evitarlo.
Cuando ya estaba entregado
al destino del Señor
un giro pegó mi vida
surgiendo aquel soñador.
Classman