LATIDO INCONSTANTE
Como siempre,
la vida navega
por aguas tumultuosas,
que agitan y alteran.
Ruidosa vorágine,
que el pensar detiene.
Vidas fragorosas
que van y que vienen,
como quien navega,
en fieras corrientes.
Curtidas maneras,
que al ego obedecen,
cuando el pensamiento,
fugaz no obedece.
Ideas flotantes,
que el viento se lleva,
que la duda pierde.
En la duda nace,
el saber que crece.
Voluntad se llama,
cuando al fin la alcance.
Nace el sentimiento,
que se oculta dentro
y que al fin florece.
Cuando la nobleza,
al sentir se adhiere.
Lucha sin debates,
en el fuero interno,
como dos chacales.
El sentir renace,
entre dos momentos,
si vive el amor
y el respeto yace,
en el mismo verbo.
Tranquilas corrientes,
de plácidas aguas.
Paciente la brasa,
que vive latente.
Misteriosas llamas,
que al socaire lucen,
de la chicha calma,
en la voz meciéndose.
Pensamiento ausente,
que no se detiene.
Pavesas que emergen,
y que el viento mece.
Como dos luceros,
se apaga y se enciende,
la luz que amanece.
Sombra y luz acuden,
atentos viajeros,
viven o fenecen.
En la encrucijada,
donde el Sol se enciende,
camina la Luna,
para ensombrecerle.
Una voz cautiva,
un susurro nace,
entre dos verdades.
Caminante ufano,
que sus pasos pierde.
El amor se olvida,
cuando el odio nace.
Caricias florecen,
entre la cizaña,
latido inconstante.
A.L.
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02/02/2020