¡Amado Jesucristo¡
¡Mi escudo y mi roca fuerte¡
El que nutre mi mente
De mil maneras para adorarte
El único que por amor
Dejo su trono y su gloria
Por venir a salvarme
De un mundo en decadencia
Donde la maldad y la indolencia
Tiene su sitial predilecto
Donde la podredumbre
Puede dañar al inocente
Aquel que sin maldad aparente
Coloca en mano del imprudente
Su riqueza y su valor
Desconociendo al dador
De la salvación y vida eterna
¡Mío eres tu¡
Maravilloso jardinero
El único que con esmero
Planto y cuido la semilla
Que dio origen a la flor
Que con su exquisito olor
Perfuma el altar del maestro
Con su matiz y su ternura
La da realce y hermosura
A todo el vergel
Tu amor incondicional
Conquisto mi alma y mi ser
Haciéndome resplandecer
En cada amanecer
Con el poder de la unción
Que encuentro día a día
Al estar en tu presencia
¡Mío serás por siempre¡
¡Amado alfarero¡
Solo tú miraste mi interior
Y gracias a tu bella labor
Me esculpiste a tu semejanza
Y llenaste de lindas alabanzas
Toda mi existencia
La esencia pura y bendita
Que le da a mis poesías
El elixir sobrenatural
Que vivifica al que esta angustiado
Extiende la mano al que ha caído
Porque en tu poder he creído
Para proclamar tus promesas
Teniendo la fe y la certeza
Que estarás conmigo
Ahora, mañana y siempre
ENEIDA JOSEFINA BRAVO REALZA
POETISA DE JESUCRISTO
EL BAÚL-VENEZUELA
04/02/2.020
05:55 A.M