De Soledades
“Eres como la noche callada y constelada”
Así eres tú,
a veces demasiado latente,
otras eres como un recuerdo
agradable.
Podría hablar de ti infinitamente
y me faltaría tiempo para acabar.
A veces me absorbes y me adentras
en tu mundo,
callado, sosegado, pero a veces
terriblemente solo.
Cuando calas tan hondo,
tan adentro,
cuando queda (en mí) ese dejo de tristeza,
ese estar y no estar.
Esa fuerza invisible que hace
brotar SENTIMIENTOS,
en esos momentos me agradas,
me llenas, me calmas.
Otras veces me hipnotizas, me subyugas,
me hechizas,
me dejas sin habla.
Absorta, ajena, lejana.
“Ah más lejos que nadie”.
Hasta pronto SOLEDAD.
1984