Tú sombra
Tú sombra me persigue y me agobia en las noches oscuras
Me susurra al oído y siento de cerca tu armadura
Tu aroma inunda la estancia, de perfúmenos de guayaba madura
La brisa arrastra quejidos, que salen de tu espesura
Me aterra lo abstracto, de fantasmas y miedos desconocidos
Me persiguen tus pesadillas, de alaridos, de sueños dormidos
Tu sombra inunda mi cuarto, de recuerdos de anhelos perdidos
Mis pasos los cuenta tu sombra, de sonidos sin ecos percibidos
Me persigue y me enreda tu sombra, que destroza los pétalos florecidos
Caen las rosas, claveles y margaritas, que marchitan los jardines perdidos
Oscurece lo hermoso de recitales, de cánticos desaparecidos
El silencio persigue a tu sombra, que aterra el temor de los amanecidos
Quisiera perderme de tu sombra, que me persigue al anochecer y al amanecer
Desearía hablarle y el tiempo retroceder, de tu persecución al fin comprender
Salir corriendo, perderme en la selva y por fin de tu sombra desaparecer
Saltar a la corriente del caudaloso río y en sus espumas poderme esconder
No sé cómo deshacerme de tu compañía, que me arropa y no me abandona
Me persigue de día y de noche, tu sombra errante que me traiciona
Los rayos de la luna traspasan vestiduras transparentes, rasgadas de burlona
Un aire frío y apacible me cobija con tus velos de juguetona
Los días son sofocantes, estoy sudoroso, errante y vagabundo
Miro hacia atrás y veo tu sombra que se me abalanza, estoy moribundo
Sueño despierto por un camino desierto y polvoriento, voy cabizbajo y meditabundo
Me persigue tu sombra y se posó sobre mi cuerpo inerte y nauseabundo
Pensé que al morir, la persecución de tu sombra iba por fin a desaparecer
Voy raudo por los vericuetos del infinito y marcha sonriente a mi lado sin poderla entender
La velocidad de mi espíritu no logra a tu sombra, alejarla y desvanecer
Cesó la persecución y tu sombra se posó sobre la mía, sin poderme esconder
Tu sombra y la mía, toda la vida fueron sombras, que se hicieron compañía sin reconocer
El pasado, el presente y el ayer, las sombras nunca dejarán de sorprender
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga febrero 02-2020