jorge enrique mantilla

Tú sombra

Tú sombra

 

Tú sombra me persigue y me agobia en las noches oscuras

Me susurra al oído y siento de cerca tu armadura

Tu aroma inunda la estancia, de perfúmenos de guayaba madura

La brisa arrastra quejidos, que salen de tu espesura

 

Me aterra lo abstracto, de fantasmas y miedos desconocidos

Me persiguen tus pesadillas, de alaridos, de sueños dormidos

Tu sombra inunda mi cuarto, de recuerdos de anhelos perdidos

Mis pasos los cuenta tu sombra, de sonidos sin ecos percibidos

 

Me persigue y me enreda tu sombra, que destroza los pétalos florecidos

Caen las rosas, claveles y margaritas, que marchitan los jardines perdidos

Oscurece lo hermoso de recitales, de cánticos desaparecidos

El silencio persigue a tu sombra, que aterra el temor de los amanecidos

 

Quisiera perderme de tu sombra, que me persigue al anochecer y al amanecer

Desearía hablarle y el tiempo retroceder, de tu persecución al fin comprender

Salir corriendo, perderme en la selva y por fin de tu sombra desaparecer

Saltar a la corriente del caudaloso río y en sus espumas poderme esconder

 

No sé cómo deshacerme de tu compañía, que me arropa y no me abandona

Me persigue de día y de noche, tu sombra errante que me traiciona

Los rayos de la luna traspasan vestiduras transparentes, rasgadas de burlona

Un aire frío y apacible me cobija con tus velos de juguetona

 

Los días son sofocantes, estoy sudoroso, errante y vagabundo

Miro hacia atrás y veo tu sombra que se me abalanza, estoy moribundo

Sueño despierto por un camino desierto y polvoriento, voy cabizbajo y meditabundo

Me persigue tu sombra y se posó sobre mi cuerpo inerte y nauseabundo

 

Pensé que al morir, la persecución de tu sombra iba por fin a desaparecer

Voy raudo por los vericuetos del infinito y marcha sonriente a mi lado sin poderla entender

La velocidad de mi espíritu no logra a tu sombra, alejarla y desvanecer

Cesó la persecución y tu sombra se posó sobre la mía, sin poderme esconder

Tu sombra y la mía, toda la vida fueron sombras, que se hicieron compañía sin reconocer

El pasado, el presente y el ayer, las sombras nunca dejarán de sorprender

 

“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga febrero 02-2020