Un sapo es la vida
recostada sobre caracoles de penas.
Nacemos, crecemos, morimos,
y todos nos vamos al mismo hueco.
En sus lagos bebemos risas, llantos, decepciones.
Fue verde el paisaje, y ahora en el ocaso,
todo se vuelve
barro de fango;
fatalidad.
Es caracol el que arrastra su voluntad
por obtener su propio beneficio,
es caracol el que se encerrado en su concha, es egoísta y no sabe compartir;
es caracol el que solo mira su barriga y no el hambre de los demás.
Un sapo recostado sobre un caracol
es el que sigue la corriente ciega de los demás,
el que avala lo que no está bien.
El que no tiene creatividad
y copia las gemas de los demás.
Que los sapos se conviertan en príncipes, reyes de la creación;
que no sigan el círculo ciego de la destrucción
Qué se vuelvan humanos, ¡qué conecten con el hermano!
Que luchen por un mundo donde el sol y el verde brillen para todos.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados