José Luis Silva-Díaz

Lucumi Yoruba

 

Dejad que el látigo fustigue al ébano

que yace postrado en tierra Española

dejad que corte y que sangren sus venas

ante el pabellón que el amo enarbola.

 

Que opaquen estrellas las punzantes lágrimas

del negro rostro que no da por vencido

el fiero combate contra el déspota que ahora

forja el grillete que lleva al tobillo.

 

El sabe dónde palpita la herida

cual hija del golpe que va sufriendo

hace que clame a la muerte misma

para el rescate del vil infierno.

 

Su sombra busca el porvenir silencioso

que esconde el manto de la nocha oscura

¡Guarda a tu hijo Olodumare!

¡No desampares al lucumi yoruba!

 

Que levante su espíritu como quien alza el vuelo

que por más despreciable que sea la injusticia

¡Que siga su lucha, que llegue hasta el cielo!

¡Que la humanidad sentirá su desdicha!

 

©2020José Luis Silva-Díaz