Lucy Quaglia

Los abrojos

Los abrojos de la vida

se te pegan en la ropa,

y te duelen desde adentro

si los tocás al pasar,

porque te raspan la piel

que es difícil de curar.

Los abrojos son fuleros,

espantosos y ladinos,

llegan de una flor bonita

que se trasforma después,

mientras que crecen sus pinches

que no quieren perdonar.

Los abrojos traicioneros

tienen agujas de acero

que se adhieren a tu piel

sin darte ningún lugar

para sacarlos de encima

y dejarte respirar.

En cambio muestran espinas

que tendrías que sacar

cuidando que los abrojos

que podrías arrancar

no se lleven tu piel suave

que querrías conservar.

Quién sabe si los abrojos

que te siguen sin respiro

te ayudarán al carácter

dando fuerzas de flaqueza

mientras mirás adelante

para afrontar lo que llega.