La memoria del tiempo
intenta
llevar en sus hojas
mis recuerdos.
Amordaza la queja
de un abrazo lejano
despertando tu instinto.
No quiero que de mí se aparte
aunque sé que ya te fuiste.
La distancia en ti es solución,
para mi es nostalgia.
Permanezco a la espera
que algún día,
resulte un buen momento
de la historia,
que escribimos con tinta de buen gozo.
La nostalgia me persigue
noche y día,
me escondo en el olvido.
Allí me encuentra,
con los ojos muertos;
de indiferencia,
de ingratitud . . .
de ti.