Muy poco del sexo sé,
De esas batallas de la piel,
Del galope de dos corazones
Latiendo a distintos destinos,
de caricias y recuerdos olvidados
a la luz del siguiente día incendiados.
De hacer el amor es lo que sé,
De entregar en un suspiro,
la ternura que mi ser habita,
de besar a corazón desnudo,
de fundir la mirada
al recuerdo de tus ojos,
de perseguir con la memoria
cada susurro de tu boca,
De amarte con el amor de mis manos,
De llamarte a gritos con la voz callada de mi piel,
De guardar tu amor en el diminuto universo de mis versos.
SALO