duraznense

MISIÓN

MISIóN

 

Un día habrá una hostia que subleve

su espíritu incorpóreo al rito seco

de identificarse con cualquier idioma;

un minuto de negación al mimetismo

cobarde y tan ingrato

que se afana en igualar probos y malos.

Si es síntesis de Dios,

amalgama, como dicen, de bondades,

deberá (y no por milagro

sino para reparar tanta injusticia)

escupir el labio del infame

que pretende a su crimen asociarla.