Dulce compañía de mi infancia
En tus ojos existe amor profundo,
Elegiste un camino de distancias
Elegiste otros sueños y otro rumbo.
A medida que los años van pasando,
Sigues preguntando al cielo;
¡Si fue acertada tu salida!,
Sigues avanzando e intentando
De heredar a los tuyos la sabiduría.
Temes a la soledad inclemente,
Imploras que no se te acerque, ni te cambie,
Pues has nacido rodeada de mucha gente
Y necesitas nuevas voces incesantes.
Te angustia el no recibir abrazos,
Te entristece el silencio, te opaca la soledad
Y se acrecenté el tormento
Sientes tus manos cansada
Y no tienes fuerzas para avanzar
Y en ese grito desesperado
Es donde te quiero abrazar:
¡Que no se duerman tus sueños!
¡Que no se apague tu llama!
¡Que escuches nuestras voces silentes!
Que por ti, ruegan siempre,
Querida hermana.