Debo dar gracias a la poesía traviesa
que revolotea en mi mente cada día.
Unas veces nostálgica, otras atrevida,
pero siempre abierta al verso simple,
que quiere ser leído,
que quiere ser comprendido,
que quiere ser criticado,
porque pretenden la gloria de vivir sin olvidos.
Y en ese andar de verso en verso,
para vivir los días que no han sido,
quedarán poemas hechos de silencios,
con mezcla de palabras y melancolías.
Poemas nacidos de recuerdos que llegan,
porque la mente no se detiene ni cuando está dormida;
vive del ayer hecho poesía,
como el reloj que marcando segundos,
sin saberlo,
cuenta minutos,
cuenta las horas,
cuenta los días.
Frank Calle (5/ feb/ 2020)