Si escribir es un don, leer debe ser otro. (Alejandro Díaz)
Siempre admiré la destreza
que tenía mi hermano mayor
para fabricar aquellas carretas
de grata recordación.
Con desechos de madera
y mucha dedicación
los hacía de tal manera
que llamaba la atención.
Con absoluta precisión,
como un ingeniero graduado
hacía cada medición
con solo catorce años.
Que buenas eran las carretas
de casera fabricación
que acaparaban completa
las horas de diversión.
Las competencias callejeras
eran las más grandiosas,
a pesar de que esas eran
siempre la más peligrosas.
¡Carritos de rolineras
juguetes de aquellos años
tu recuerdo a mi me llega
cuando hablo con mi hermano!