Cuantas veces te ame
para sacarte de la soledad
hasta saciar la curiosidad
al tus labios besarme.
Te recibí listo para amarte
porque de amor anduve perdido
estaba tu corazón partido
y conmigo te marchaste.
Y fuiste totalmente mía
de tan solo mirarte
y al con ternura acariciarte
una brillante luna nos cubría.
Cada vez crecían nuestras ganas
y en el rostro una sonrisa
cuanta alegría por las caricias
que regale envueltas en sábanas.
Escogí la invitación al anochecer
para permanecer despiertos
así probé tus sentimientos
en cada hermoso amanecer.