Soy un cardo del erial
reseco de calor
me abro y mis semillas
las arrastrará el viento
para alojarlas donde
encuentren sabor.
Al agua de la vertiente
de la profunda quebrada
entre hilos de coirón
enredarse enamorada
con esa humedad repartir
al cielo sus colores
donde la vida es un don.
entre vientos y calores