Tienen las manos cubiertas de oro
y los bolsillos repletos de plata;
un cuarto lleno hasta donde alcanza la palma,
y un libro oscuro que condena las almas.
Son los lobos que dictan la caza:
del poder, la libertad y la democracia.
Son los Judas que venden la patria,
por treinta miserables trozos de plata.
Somos el conjunto, la plebe, la masa.
Nos llamamos población;
la voz del orgullo,
el poder y la rabia.
Somos los \"suyos\",
que antes de Colón,
conquistamos el mundo:
“El ombligo de Dios”
Tenemos en la voz, el estruendo siniestro;
el golpe rotundo de los cuatro vientos.
Tenemos en la unión, el río perpetuo;
el cauce profundo, del suelo hasta el cielo.
Somos Arguedas, Alegría y Vallejo.
Somos el mundo…
Concentrado en el pecho.
Del poemario MEMORIAS
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