Déjame vaciar mis emociones
En mis líneas, mis canciones
Déjame tan sólo un instante
Aprisionar lo que no fue y no será
Permítanme inmiscuirme en el pasado
Sólo un momento...
Para revivir viejos aromas,
Viejas costumbres,
viejos rencores, guardados, ocultos, profundos.
Déjame ahondar en los recuerdos
que me muestren lo sombrío del reproche
Del pesado mundo tan deshecho
En vanas cursilerías,
En promesas no cumplidas,
En silencios muertos,
En esperas tan violentas
que opacaron mi existencia
Déjame recordar la pasión,
Mi corazón...
Servido entre mis manos
Con un suave y dulce palpitar
Que estremecía a quien pudiera
Sentir algo en su interior
Pero que en tus manos fue
Cual hierba seca, hojarasca
Pues tus ojos no podían
Apreciar el resplandor
Del candor que te brindaba
En mis brazos, la pasión.
Me permito un instante
Recordar y vacilar
Entre el fuego y el invierno
Entre la calma y la cosecha
Entre mi amor y tu desprecio
Para desterrar de mis sueños
Tu figura enmudecida
y mi amor enceguecido,
mudo, sordo y testarudo…