Por tus venas se recorren
los caminos de la espera,
Entre párpados vacíos...
se aturden los lamentos,
Porque eres de retama
y de danza triunfadora,
Sostenida indiferente...
en el eje de la vida,
Atraviesas los cristales
de tráfico enlutado...
Y besas tus dislates
de cálamo entreabierto,
Porque nada en la nada
se abraza a su sustento...
Cuando los otoños
se maldicen,
entre lánguidos opuestos.