Se rompe el todo: el cielo y el planeta,
las sombras de las hojas de cemento.
Se rompe el mar como se rompe el viento
cada vez que se marcha tu silueta.
Como se rompe el alba en piedra y grieta
se rompe también el río violento.
Rompe mi corazón sin miramiento,
que es resistente el pecho del poeta.
Me rompo más y más a cada día
por tratar de descubrirte la vía
de escapar de aquí sin sentir dolor.
Se ha roto el tiempo esperando por verte
y rompo el hilo que me ata a la muerte
como rompo, por fin, todo mi amor.