«El tango crea un turbio
pasado irreal».
Borges
Amar es triste, excesos y querellas,
un mundo en ruinas, sus bares mugrientos.
Eternas noches que pulsan momentos
bajo el burlón mirar de las estrellas.
Rosa de otoño, tú ahora me degüellas,
con una finta, con ojos violentos.
Ya no te quedes ahí, sin argumentos
y todo a media luz: vasos, botellas...
No te reprocho las ganas de querer
o que tu llanto riegue el corazón:
me siento como un pozo del ayer.
El tango deja al oído su canción,
en donde acaso no importe volver
y nunca muere la vieja pasión.