salgomanzano

Tu cuerpo y el mío

Tu cuerpo y el mío se gozan,

sienten el calor de los labios,

el placer que estremece los sentidos,

teniendo la luna de miel

sobre el lecho tendidos,

unidos

para sentir

aromas de Paraíso,

saboreando

un éxtasis alzado,

mordiendo

la fruta

del Edén estrenado

-Paraíso perdido-,

entrando

con suavidad

por la puerta del Cielo

la sonrisa vertical encendida,

hundiéndose

en la hendidura de tu sexo

humedecido

-embestidas tiernas: sublime gusto-,

apretados frenéticamente,

retorciéndonos transidos de ardor:

exaltación que recorre los cuerpos.

(Salvador)