Desde que te fuiste a las etéreas regiones
hasta lo interminable llega ya mi dolor;
tu ausencia ha llenado mi alma de tanto amargor,
que por el espacio se ha quebrado en mil jirones.
No puedo esperar que por mi amor me perdones.
Mi corazón se llenaba de tanto dulzor
con tu presencia, que no hallaba dicha mayor
y ahora para arrobarlo ya no tengo razones.
¿Amor, por qué tan cruel te has portado conmigo,
que a tan deplorable situación me has llevado
y en el nefasto mundo tan solo me has dejado?
No te demores en llevarme feliz contigo
a esos espacios eternos de luz y color
donde podamos gozar por siempre nuestro amor.
Suspiros y sueños de amor