Luis Pascual LimiƱana

Humilde y triste hogar

Con la mesa vacía

y el frío penetrando en los huesos,

sentados entorno a ella...,

bajo un brasero;

una manta nos ayuda

a mantener los pies calientes.

 

Una vieja vela ilumina nuestras penas;

el rostro caído, mirada fija,

rota está el alma, la vida,

como las esparteñas viejas.

El techo aún sobre nuestras cabezas

y la casa llena de esperanzas muertas.

 

Frío... mucho frío.

 

Tocan a la puerta;

es época de elecciones...

quién será a estas horas,

que querrán;

y si es alguien conocido?,

no tenemos nada que ofrecerle,

ni un vaso de agua...

mejor guardamos silencio

y esperamos a ver si se marcha.

Es triste que vengan a visitarte

y no tengamos nada que ofrecerles,

así quedamos como malos anfitriones.

 

Se marchan, veo que se alejan;

son los que buscan votos,

los que nos quieren gobernar;

suerte que no les hemos abierto,

que habrían pensado de nosotros

sin nada que ofrecerles para tomar.

 

Autor: Luis Pascual Limiñana