“Andamos mientras vivimos
e llegamos
al tiempo que feneçemos.”
Jorge Manrique
Al Valle del País de Nunca Jamás,
la oscura noche sin alma ni cuerpo,
ahí tú te fuiste... Donde acaba el tiempo,
retiene tu sombra aquel frío lugar.
Cansadas luces bañan la ciudad
y se hacen muy compactos los silencios.
Las costas de la muerte, tu asidero
para este largo adiós sin nada más.
En lo profundo de mi corazón
no sé llegar a ti con otra cosa,
perderlo todo es un destino cierto.
Igual que la edad nos acerca a Dios,
dejaste en paz tu vida dolorosa
y el cuarto triste donde te recuerdo.