La tarde languidece
detrás del horizonte,
me fumo un cigarrillo
y pienso en el ayer,
también en mis amigos
que un día se me fueron,
son fantasmas que aparecen
y a mi alma...hacen arder.
Mi casa ya no existe
violada por la grúa,
ni el bar donde yo iba
mis versos a escribir,
tampoco está la glicina
su perfume me transporta,
hacia esa mujercita
en mi alma...ha de vivir.
Cierro los ojos y entonces
aparecen todos juntos,
huracanes de recuerdos
que golpean mi emoción,
quiero de nuevo hamacarme
en los brazos de mi barrio,
aunque el estar entre ellos
me traiga...desolación.
La juventud se fue yendo
es normal que así suceda,
más la tristeza me invade
porque nunca la olvidé,
ahora que arrastro los pasos
y camino despacito,
¿te acordás con que apuro
esa noche...te besé?
A veces mirando el mar
te veo sobre una ola,
y tu presencia parece
la luz del amanecer,
pero aún me quedan sueños
por sacar de la galera,
si hago un pase de magia
ya mismo...te vuelvo a ver.
El tiempo tiene misterios
que son raros de entender,
por eso los sentimientos
tienen distintos estados,
más si un grillito me canta
mientras miro un arco iris,
no hay motivo de queja
ya me siento...realizado.
No tengo raros entuertos
que me nublen la visión,
tampoco odios a cuestas
que me hagan amargar,
los años me han enseñado
a mirar las cosas lindas,
a pesar de los mediocres
el mundo...se ha de salvar.
Aquí termino esta historia
con el guión ya gastado,
mirando siempre adelante
sin olvidar lo de atrás,
entonces me voy silbando
un tango bien sensiblero,
con eso tengo bastante
no preciso...nada más.
Boris Gold
(simplemente…un poeta)
www.wix.com/borisgold33/bgold