Naciste en el medio oriente
casi al lado del mar rojo
quizás cerca de un abrojo
que miraba al sol naciente
Eres arbusto caprichoso
y de incontables renuevos
para mi no es nada nuevo
ver tu frutos tan preciosos
El sol, aunque un amigo
no te puede dar de lleno
usas la sombra de abrigo
y reposas en su seno
Tu aroma y tu consistencia
exaltan tu sabrosura
que hasta la pereza cura
sin la ayuda de la ciencia
Oh café, mi amigo fiel
que estás de casa en casa
voy a tomar otra taza
con azúcar o con miel
©Jose Luis Silva-Diaz