En cuerpo y alma, a mi vera te pienso.
Olvidar jamás podré,
el sabroso ardor de tus besos,
ni la humedad de tu íntima esencia.
Rincón,
donde se derriten
los hielos más fríos de la creación celeste.
Al destilar fuego de pasión.
Sublime región,
que con su luminosidad fogosa.
Palidecer hace la luz del sol.
Desatando ansiedades
a tropel en el alma.
Gruta, en que mis avideces se recrean,
alocándose
en el juego erótico.
Donde los instantes se detienen,
a saborear
la eternidad de su esencia,
pan de gloria.
Ese angelical badén que ostentas,
cavidad natural,
continuidad de la creación.
Lugar donde se recrean gloriosos
Arrebujes amatorios.
El sensualismo tuyo es sendero
diseñado en la vida,
listo a los placeres amorosos.
Tu voluptuosa infinitud, es antojo
de mi constante amor.
Olímpica obsesión,
de mis intelectos.
bambam