Te amé, con un amor, tan inmenso
como el mar, mis besos fueron tan
puros, como la brisa del bosque, mis
palabras de amor fueron tan verdadera,
como la verdad misma.
Pero a tu corazón no le importo, y me dejaste
tan solitaria como el desierto, tan vacía, como
el precipicio, ten sentía, tan cerca de mi, y hoy
esta tan inalcanzable,como el horizonte, y tan
lejos como las estrellas.
Completamente sola, con el alma vacía y
hoy se convierte en hierro, para que su
corazón, no vuelva a ser lastimado por otro
corazón, desgraciado.
Tu DAMA DE HIERRO.