Naciste en un mundo, de dolor y hambre...
y de tu vida aún destaca tu nobleza,
Dios de la lógica y del recuerdo...
en el Edén desgarrado, de tu herencia.
Amaste la verdad, la paz... el pensamiento libre,
desnudado de prejuicios... y ambiciones,
antibelicista declarado... en su cordura,
nada en ti era superfluo
pues de la acción civil...
hiciste ciencia.