He comenzado a lidiar en la cocina la sal se ha vuelto dulce y la leche se puso amarga, la pasta sigue dura y no hay pimienta ni tampoco salsa, la cocina está incompleta está vacía aunque la alacena está llena, el agua es turbia y ante mi mirada ya no existen las cucharas.
Dónde diablos quedó la vainilla, porque la harina está tirada, en la cocina no existen los huevos y las tortillas ya están rancias.
He comenzado a lidiar en la cocina, cuidado, cuidado por mí, que lo comestible es veneno, que mis huesos no podrán probar bocado y que la lengua me a dejado sin sentir.