Un jueves en la tarde de septiembre
tropecé con tus ojos avellana,
te deseé octubre, ¡y más en noviembre!
bobo suspirando cada mañana
*
De la mano a principios de diciembre
la tempestad me pareció liviana
supe que te amaría para siempre
cuando probé tu medía manzana.
*
Ese día qué más que un día en si
trota suave sobre un corazón que arde
latiendo únicamente para ti.
*
Bendito sea el jueves y esa tarde
porque mariposas siguen en mí
susurrando que siempre voy a amarte.
...s. ....l