Me enseño la mar
sus secretos verdes,
las leyendas tristes
y las voces fuertes,
con la voz tan ronca
de las olas fieles
y ese manto blanco
que en la arena tienden,
y pude escuchar
a los cuentos breves
junto a las leyendas
de piratas crueles,
y también vinieron
sueños a la frente
y el candor al alma
de un niño inocente...
Me enseñó la edad
a ser cauto y leve,
en las opiniones
siguiendo el ambiente,
y así caminaba,
tranquilo, en presente,
viviendo la vida
y odiando la muerte,
pero fui hasta el mar,
volví con sus peces,
a buscar las algas
del verso impaciente,
y me vi drogado
por yodos y muelles,
cayendo en la trampa
tendida y sin redes...
\"...Hoy vuelvo a la mar,
cual niño, con fiebre,
buscando los sueños
que antaño me diese...\"
Rafael Sánchez Ortega ©
22/01/20