Soledad, eres mi mejor amiga:
cuando el mundo es bota inclemente,
cuando se me trata como a hormiga,
y se intenta pisarme sin razón aparente.
Eres compañera en mi agonía,
aunque tú no eres la que sufre,
cuando es diurna e insípida la monotonía;
nocturna y ávida es mi pesadumbre.
Tu amistad me acompaña cuando grises los días
turban mi ánima a hábito funesto,
y escribir puedo, de forma obsesiva;
de lo que llamo poema, mis mejores versos.
Soledad amiga.