La joven era...
como una rosa en primavera,
paseaba su cintura entre gasas
deshojadas de quimeras.
Todo en ella,
se mostraba dulcemente
y ante mis ojos...
labrado de ternura y fantasía,
como aquellos días
de Abril...
en la albura del olvido.
Cuando la fragancia
de lo bello...
se manifestaba,
como llama poderosa...
en el corazón
desasido de su amante.
Las palabras de amor
a veces son lánguidos
silencios,
en el inexperto corazón
de un adolescente...
que apenas escucha
el lánguido latido
de su amada,
desde la sombra
desestructurada...
de todo su recuerdo.